CIUDAD DE BUENOS AIRES: Sergio Massa
reúne por la noche de este lunes a su tropa de intendentes, una
estructura que se vio fuertemente languidecida en las últimas semanas
por la sangría de jefes comunales que, en muchos casos, fueron a tocarle
la puerta al Frente para la Victoria.
El éxodo de municipales hirió de gravedad la candidatura presidencial
del hombre de Tigre que, sin embargo, intenta mostrarse de pie, como
Rocky a pesar de los golpes, según la cinematográfica metáfora que
eligió para describir este momento.
Massa no es ajeno al escenario de fuerte polarización de la pelea presidencial que protagonizan Daniel Scioli y Mauricio Macri, quienes encarnan -según ellos mismos- los proyectos antagónicos de la letra C: Continuidad o Cambio.
Por eso la cumbre en Tigre será la oportunidad para que Massa sondee a sus aliados sobre los pasos a seguir. Se dice que allí habrá consultas de todo tipo. Pero, esencialmente, respecto de la conveniencia de abandonar el sueño presidencial, bañarse de humildad, y disputar la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el distrito que supo rendirse a sus pies en las Legisletivas de 2013.
Los caballeros de la mesa redonda renovadora interpretan que esa sería una forma de frenar la fuga de intendentes, que tendría anotados -también- a Gabriel Katopodis, de San Martín, y a José Eseverri, de Olavarria, quien ya se mostró muy agusto con Florencio Randazzo.
Lo había anticipado Jesús Cariglino cuando le dijo a Massa sin medias tintas que debía procurar retener la provincia. Sin eco de sus palabras en el diputado nacional, el intendente de Malvinas Argentinas también hizo las valijas y se fue.
Así y todo, nadie sabe a ciencia cierta si de la reunión de este lunes en zona norte resultará alguna definición sobre el futuro de Massa a 10 días del vencimiento de los plazos para presentar alianzas y a 20 de confirmar a los precandidatos que competirán en las PASO. Incluso se habla de lo "no vinculante" de la eventual opinión mayoritaria.
Pero hay otro dato que no es menor. La campaña insumiría una cantidad de dinero que no está disponible hoy en la arcas del FR. Algunos dicen que ese monto (¿200 millones?) podría hacerse accesible en un eventual acuerdo con Mauricio Macri, ya que el jefe de Gobierno porteño está convocando en mayor parte el caudal de los aportantes, interesados ellos en que el FpV no siga en el poder.
El líder del PRO y sus integrantes se cansan de decir que no habrá tal acuerdo, para una interna que abarque al massismo. Pero la necesidad tiene cara de hereje y la provincia de Buenos Aires es un infierno para el macrismo. Así es que nadie se anima a dar por cerrada la posibilidad de un entendimiento para que la estrutura del FR le aporte votos al proyecto 'Mauricio Presidente'.
De hecho, este lunes Ernesto Sanz, quien consiguió la estructura del radicalismo para el armado del PRO, no descartó una instancia de negociación que incluya al líder del FR si se trata de un acuerdo en la provincia de Buenos Aires.
Ese paso no podría darse sin una fina negociación puertas adentro del espacio renovador. Francisco De Narváez ya puso su precandidatura a disposición, pero José Manuel de la Sota cuenta con sostener UNA -el frente que hizo con el tigrense- y, en el mejor de los casos para él, que Massa dispute la gobernación bonaerense bajo su paraguas.
En tanto, mientras las horas transcurren, circulan versiones (y operaciones) de todo tipo. Que Massa se baja. Que buscará la gobernación con boleta corta, es decir, sin un candidato presidencial que lo arrastre. Que volvería a Tigre. Que dialoga con el Frente para la Victoria.
Este último rumor podría inquietar a más de uno si se tienen en cuenta las muy esparcidas declaraciones de Julián Domínguez, precandidato a gobernador del cristinismo, quien le dio la "bienvenida" a todo aquel que quiera volver al redil del oficialismo.
Massa no es ajeno al escenario de fuerte polarización de la pelea presidencial que protagonizan Daniel Scioli y Mauricio Macri, quienes encarnan -según ellos mismos- los proyectos antagónicos de la letra C: Continuidad o Cambio.
Por eso la cumbre en Tigre será la oportunidad para que Massa sondee a sus aliados sobre los pasos a seguir. Se dice que allí habrá consultas de todo tipo. Pero, esencialmente, respecto de la conveniencia de abandonar el sueño presidencial, bañarse de humildad, y disputar la gobernación de la provincia de Buenos Aires, el distrito que supo rendirse a sus pies en las Legisletivas de 2013.
Los caballeros de la mesa redonda renovadora interpretan que esa sería una forma de frenar la fuga de intendentes, que tendría anotados -también- a Gabriel Katopodis, de San Martín, y a José Eseverri, de Olavarria, quien ya se mostró muy agusto con Florencio Randazzo.
Lo había anticipado Jesús Cariglino cuando le dijo a Massa sin medias tintas que debía procurar retener la provincia. Sin eco de sus palabras en el diputado nacional, el intendente de Malvinas Argentinas también hizo las valijas y se fue.
Así y todo, nadie sabe a ciencia cierta si de la reunión de este lunes en zona norte resultará alguna definición sobre el futuro de Massa a 10 días del vencimiento de los plazos para presentar alianzas y a 20 de confirmar a los precandidatos que competirán en las PASO. Incluso se habla de lo "no vinculante" de la eventual opinión mayoritaria.
Pero hay otro dato que no es menor. La campaña insumiría una cantidad de dinero que no está disponible hoy en la arcas del FR. Algunos dicen que ese monto (¿200 millones?) podría hacerse accesible en un eventual acuerdo con Mauricio Macri, ya que el jefe de Gobierno porteño está convocando en mayor parte el caudal de los aportantes, interesados ellos en que el FpV no siga en el poder.
El líder del PRO y sus integrantes se cansan de decir que no habrá tal acuerdo, para una interna que abarque al massismo. Pero la necesidad tiene cara de hereje y la provincia de Buenos Aires es un infierno para el macrismo. Así es que nadie se anima a dar por cerrada la posibilidad de un entendimiento para que la estrutura del FR le aporte votos al proyecto 'Mauricio Presidente'.
De hecho, este lunes Ernesto Sanz, quien consiguió la estructura del radicalismo para el armado del PRO, no descartó una instancia de negociación que incluya al líder del FR si se trata de un acuerdo en la provincia de Buenos Aires.
Ese paso no podría darse sin una fina negociación puertas adentro del espacio renovador. Francisco De Narváez ya puso su precandidatura a disposición, pero José Manuel de la Sota cuenta con sostener UNA -el frente que hizo con el tigrense- y, en el mejor de los casos para él, que Massa dispute la gobernación bonaerense bajo su paraguas.
En tanto, mientras las horas transcurren, circulan versiones (y operaciones) de todo tipo. Que Massa se baja. Que buscará la gobernación con boleta corta, es decir, sin un candidato presidencial que lo arrastre. Que volvería a Tigre. Que dialoga con el Frente para la Victoria.
Este último rumor podría inquietar a más de uno si se tienen en cuenta las muy esparcidas declaraciones de Julián Domínguez, precandidato a gobernador del cristinismo, quien le dio la "bienvenida" a todo aquel que quiera volver al redil del oficialismo.
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