"Quita la respiración pensar lo que pasó en Concordia", describió la
Fiscal General Adjunta Cecilia Goyeneche al referirse al alzamiento
policial del 8 y 9 de diciembre de 2013 en Concordia, hecho por el cual
18 uniformados están acusados de sedición y otros delitos Aseguró
además que, en una segunda etapa, podría avanzarse sobre otros niveles
de responsabilidad por lo sucedido.
"Lo que pasó en Concordia esa noche, si se lo piensa desde lo que
somos y podemos llegar a ser, quita el aire, quita la respiración: en
una ciudad, todos contra todos. De ahí lo que cuentan los testigos sobre
la insistencia en firmar el acuerdo antes de que venga la segunda
noche, porque no se podía pasar otra en las mismas condiciones que la
primera. Muestra también lo fragmentada que está nuestra sociedad y de
cómo tenemos que empezar a reconstruir bases de ideales y éticas más
sólidas", aseguró la Fiscal Goyeneche, una de las integrantes del cuerpo
fiscal que lleva adelante la acusación contra 18 policías acusados de
sedición y otros delitos, cometidos durante la asonada policial que
mantuvo en vilo a la ciudad y la provincia durante diciembre de 2013.
"El derecho penal está para resguardar aquello que es nuclear de
nuestra organización social, debe ocuparse de los bienes fundamentales y
no de otros que no están en este nivel. Este caso nos llama la atención
porque estamos acostumbrados a que el derecho penal trabaje con los
derechos individuales, y parece que eso es lo más urgente, lo que más
nos convoca", indicó.
"Aquí estamos ante una situación que afectó la institucionalidad, y
eso es lo relevante. Más allá de que hayamos calificado este hecho
vinculándolo con varios tipos penales, lo importante de este hecho es la
sedición. Esta figura pretende resguardar el orden constitucional, el
orden republicano en base al cual nos organizamos, en este caso de la
Provincia", arguyó.
Goyeneche aseveró que el planteo acusatorio es que estas personas
"actuaron no solamente tomando, porque no se trató sólo del copamiento
de la Jefatura, que hubiera tenido otra interpretación, sino que esto se
produjo cuando en otros puntos del país se estaban produciendo
múltiples tomas y eso generaba saqueos: otro diciembre más, porque
tampoco podemos desconocer el contexto, que era conocido por nosotros y
por los imputados".
"En ese marco, deciden tomar la Jefatura. Nosotros vamos a probar
que esto se sabía, que se había advertido en algunos barrios y mediante
las redes sociales que iba a haber zonas liberadas esa noche; pero
aunque eso no hubiera sucedido, el conocimiento de que lo que hacían
generaba el riesgo cierto de que se produjeran saqueos masivos, también
se les podría endilgar, así no se hubieran tomado el trabajo de avisar
como sí hicieron", narró.
"El servicio de seguridad ciudadana es función central para el
Estado. Uno de los aspectos esenciales que toma para sí el Estado
moderno es hacerse cargo de algo que no podemos dejar librado a la
decisión individual de cada uno y por eso toma el monopolio del
ejercicio de la violencia legítima. Por eso le da armamento a la
Policía. De esta función privaron (los amotinados) al Estado: quedaron
algunos patrulleros aislados, a los que encima les obstaculizaron la
función, porque le bloquearon el uso de las radios y los provocaban para
que sumaran a la medida de fuerza", definió.
Luego, añadió "El caos social, los saqueos y los homicidios que se
produjeron en aquel momento, derivaron de esta situación de privación
del servicio de seguridad. Así coaccionaban al Gobierno para obtener una
medida, porque la sedición tiene esos dos aspectos: por un lado privar
de un poder propio al Estado y, a través de ello, obtener una
concesión. Aquí está claro: se privó al Poder Ejecutivo del ejercicio de
la función de seguridad en Concordia y, con eso, se pretendió obtener
una medida o concesión que se vinculaba con que, si la situación se
mantenía, se iba a ir agravando paulatinamente".
El segundo círculo
Goyeneche reconoció que "no está cerrada la posibilidad" de que una
vez que termine el proceso contra los 18 policías acusados en esta
primera etapa, pueda abrirse una segunda para avanzar sobre un segundo
círculo de responsables, más mediatos y con intereses políticos
marcados, de lo que pasó en diciembre del 2013 en Concordia.
"Tenemos que evaluarlo institucionalmente. Este es un juicio que
llevará dos o tres meses y es un desgaste importante para el Poder
Judicial, porque hacerlo implica que otros no se puedan realizar
mientras tanto. Será una decisión que se tomará cuando termine este
juicio y esté claro el panorama. Allí veremos si contamos con elementos
para una segunda causa, vinculando a personas que han tenido un rol
relevante, si es que surgen".
Prueba de fuego
A la hora de evaluar cómo está respondiendo el nuevo procedimiento
acusatorio y la estructura del Poder Judicial en el juicio más
importante de la historia reciente de la Provincia al reclamo social de
justicia, la Fiscal General adjunta precisó: "Creo que se está dando una
respuesta satisfactoria. Esto se hace en base a recursos escasos.
Cuando planteamos el caso contra estos 18 y la defensa nos pregunta
porqué no están los demás que participaron, es porque el sistema no
puede operar, no se puede hacer un juicio oral a 90 imputados".
"El juicio no se realizó antes por los múltiples planteos de la
defensa, pretendiendo que no se realice el debate oral, que se hubiera
podido hacer hace varios meses", concluyó. (APF)
jueves, 30 de abril de 2015
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