"Prefiero
ser un hombre feliz y no un cura amargado" le dijo este mediodía a
Nunca es Tarde, programa que conduce Cristian Bello, el padre Gustavo
Mendoza, ex párroco de Nuestra Señora de Guadalupe del barrio La
Floresta, en Paraná, al confirmar que deja los hábitos por amor.
El
cura de 38 años, oriundo de Villaguay, realizó ayer el anuncio ante los
fieles, una vez que terminó de celebrar la tradicional misa de los
domingos.
"La gente valora mi sinceridad; no me puedo mentir ni
puedo mentirle a la gente", afirmó el expárroco quien después de 13 años
de sacerdocio se irá a vivir a Santa Fe, donde tiene una propuesta
laboral. Mendoza agradeció la fuerza y el cariño recibido, y confirmó
que será reemplazado por el padre Ricardo López. "Dios nos ama y quiere
nuestra felicidad", subrayó.
"Prefiero
ser un hombre feliz y no un cura amargado" le dijo este mediodía a
Nunca es Tarde, programa que conduce Cristian Bello, el padre Gustavo
Mendoza, ex párroco de Nuestra Señora de Guadalupe del barrio La
Floresta, en Paraná, al confirmar que deja los hábitos por amor.
"La gente valora mi sinceridad; no me puedo mentir ni puedo mentirle a la gente", afirmó el expárroco quien después de 13 años de sacerdocio se irá a vivir a Santa Fe, donde tiene una propuesta laboral. Mendoza agradeció la fuerza y el cariño recibido, y confirmó que será reemplazado por el padre Ricardo López. "Dios nos ama y quiere nuestra felicidad", subrayó.
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