La Policía de Entre Ríos, a
través de la Dirección Prevención de Delitos Rurales, informa a la comunidad
sobre procedimientos efectuados por la Brigadas Abigeato de PARANA y CONCORDIA,
en relación a la investigación de robos de caballos cometidos generalmente en
los ejidos urbanos de sus jurisdicciones, que a la postre por las tareas de
inteligencia y un conocimiento geográfico de la región, se logró recuperar 10
equinos denunciados como sustraídos, que rápidamente fueron devueltos a sus
agradecidos propietarios. Dentro de la capital de la provincia el primer caso
fue cuando RICARDO (67) -ddo en calle Gobernador Maya y Los Ponchos- aviso que
desde su campo en la zona del Brete donde posee un pequeño tambo, ingresaron
desconocidos para sustraerle 4 equinos, previo cortar un boyero eléctrico. La
profunda preocupación del productor ganadero motivo que el Jefe de Brigada
Comisario Allegrini Cristian junto al Sargento Ayudante Llanos Iván y Cabo
Clemente Maximiliano, se abocaran de inmediato a la localización de los
yeguarizos, antes que pudieran ser trasladados hacia otra zona más lejana que
dificultaría su recuperación, la cual no tardo demasiado en llegar, puesto que
estudiado los pormenores del abigeato cometido, surgieron elementos de interés
que llevaron a los brigadistas
a realizar un rastrillaje dentro de tres chacras aradas que finalizo con indicios vehemente que los animales no estarían lejos, así fue que se montó un operativo saturación en la zona cercana del Centro Mariapolis (Residencia de Católicos), dado que viven cerca unos personajes apodados "gordo batata" y "el ruso", ambos con afecto especial al ganado ajeno, los cuales por resultar sospechosos fueron interrogados, pero sufrían de amnesia temporal, porque no sabían ni recordaban nada, lo que profundizó la tarea de búsqueda en la zona donde ellos habitan, hasta encontrar una tranquera que nunca quedaba abierta, detalle que llamo la atención para ingresar a controlar ese campo, al mismo momento que muy cerca de allí -calle Walter Grand y Acceso Norte- los equinos robados eran vistos cruzando la ruta al galope como buscando la querencia, siendo arreados hasta el campo de la víctima, tratándose de 1 yegua tordilla, 1 yegua tostada, 1 caballo tostado y 1 caballo tobiano, que estaban muy nerviosos, seguramente porque recién habían sido largados de un encierro obligado de los aludidos cuatreros, que ante la marca a presión de los brigadistas optaron por desprenderse del botín animal, siendo devueltos antes que se realizara la denuncia correspondiente. El otro hecho investigado está vinculado gracias a la prevención que se desarrolló en la zona de La Toma Nueva, dado que en la recorrida rutinaria se halló una yegua hembra tostada que estaba mal atada en un terreno baldío, lo que llamo la atención de los policías mimetizados, siendo secuestrada ante la inexistencia de reclamo de un supuesto dueño, para ser llevada a sede de la brigada, donde días después se presentó Rubén ddo en Blas Parera al final, para informar que no encontraba su equino, el mismo que "ya" estaba encerrado en los corrales de la dependencia policial, a la espera del reclamo de su propietario, quien aún no había hecho la denuncia por su sustracción. En cuanto a la capital del citrus la primera investigación estuvo relacionada a la denuncia de ALFREDO (68), quien al recorrer el campo propiedad de Rafael donde tiene una plantación de eucaliptos y deja con permiso una yegua suya junto con la tropilla de equinos, se percata que le habían sustraído su alazana pampa, al igual que un caballo gateado, siendo del dueño de una tropilla, previo haber cortado los alambres del terreno. Con estos indicios el Sargento 1º Zarza Ramón y Cabo Rodríguez Maximiliano, son comisionados a esclarecer el abigeato, logrando resultados satisfactorios al tomar conocimiento que podrían estar escondidos en una zona no muy lejos de donde los robaron, por ello se recorrió el monte y la costa del arroyo del puente Alvear, rastrillándose unos mogotales, pajonales, totorales del lugar, que a pesar de lo agreste del terreno se logró hallar los dos animales que se encontraban atados de manera acollarada con una soga muy corta contra un árbol, lo que dificultaba no solo su movilidad mínima, sino correr riesgo de vida, porque de no ser recuperados tan rápido los mismos podían haber muerto ahorcados, por la forma violenta que los dejaron atados, por lo que liberados de tal herejía fueron devueltos a sus dueños.
El segundo proceder obedece que MARCELO (39) -ddo en Barrio el Silencio- no encontraba su yegua colorada, desde hacía varias días atrás, por eso acudió a la brigada, donde se designó al Sargento Servín Miguel, Cabo Machado Juan, y Cabo Escobar Raúl, para investigar el caso, quienes en la búsqueda de datos para poder dar con este animal, surgió la novedad que podría estar en Osvaldo Magnasco, en una zona de quintas abandonadas donde suelen esconder animales robados, puesto que es fácil acceso ya que se encuentran sin alambrado perimetrales, donde caminando por las inmediaciones de un campo, se encuentran con tres animales equinos atados a soga, siendo uno de estos el yeguarizo denunciado, mientras que los dos caballos restantes, uno tordillo canela y otro colorado cabos negros, eran producto de otro hecho de robo reciente que ni su propio dueño aún se había dado por enterado, pero el buen desempeño de estos brigadistas aborto el accionar ilícito de un conocido cuatrero de la zona.-
a realizar un rastrillaje dentro de tres chacras aradas que finalizo con indicios vehemente que los animales no estarían lejos, así fue que se montó un operativo saturación en la zona cercana del Centro Mariapolis (Residencia de Católicos), dado que viven cerca unos personajes apodados "gordo batata" y "el ruso", ambos con afecto especial al ganado ajeno, los cuales por resultar sospechosos fueron interrogados, pero sufrían de amnesia temporal, porque no sabían ni recordaban nada, lo que profundizó la tarea de búsqueda en la zona donde ellos habitan, hasta encontrar una tranquera que nunca quedaba abierta, detalle que llamo la atención para ingresar a controlar ese campo, al mismo momento que muy cerca de allí -calle Walter Grand y Acceso Norte- los equinos robados eran vistos cruzando la ruta al galope como buscando la querencia, siendo arreados hasta el campo de la víctima, tratándose de 1 yegua tordilla, 1 yegua tostada, 1 caballo tostado y 1 caballo tobiano, que estaban muy nerviosos, seguramente porque recién habían sido largados de un encierro obligado de los aludidos cuatreros, que ante la marca a presión de los brigadistas optaron por desprenderse del botín animal, siendo devueltos antes que se realizara la denuncia correspondiente. El otro hecho investigado está vinculado gracias a la prevención que se desarrolló en la zona de La Toma Nueva, dado que en la recorrida rutinaria se halló una yegua hembra tostada que estaba mal atada en un terreno baldío, lo que llamo la atención de los policías mimetizados, siendo secuestrada ante la inexistencia de reclamo de un supuesto dueño, para ser llevada a sede de la brigada, donde días después se presentó Rubén ddo en Blas Parera al final, para informar que no encontraba su equino, el mismo que "ya" estaba encerrado en los corrales de la dependencia policial, a la espera del reclamo de su propietario, quien aún no había hecho la denuncia por su sustracción. En cuanto a la capital del citrus la primera investigación estuvo relacionada a la denuncia de ALFREDO (68), quien al recorrer el campo propiedad de Rafael donde tiene una plantación de eucaliptos y deja con permiso una yegua suya junto con la tropilla de equinos, se percata que le habían sustraído su alazana pampa, al igual que un caballo gateado, siendo del dueño de una tropilla, previo haber cortado los alambres del terreno. Con estos indicios el Sargento 1º Zarza Ramón y Cabo Rodríguez Maximiliano, son comisionados a esclarecer el abigeato, logrando resultados satisfactorios al tomar conocimiento que podrían estar escondidos en una zona no muy lejos de donde los robaron, por ello se recorrió el monte y la costa del arroyo del puente Alvear, rastrillándose unos mogotales, pajonales, totorales del lugar, que a pesar de lo agreste del terreno se logró hallar los dos animales que se encontraban atados de manera acollarada con una soga muy corta contra un árbol, lo que dificultaba no solo su movilidad mínima, sino correr riesgo de vida, porque de no ser recuperados tan rápido los mismos podían haber muerto ahorcados, por la forma violenta que los dejaron atados, por lo que liberados de tal herejía fueron devueltos a sus dueños.
El segundo proceder obedece que MARCELO (39) -ddo en Barrio el Silencio- no encontraba su yegua colorada, desde hacía varias días atrás, por eso acudió a la brigada, donde se designó al Sargento Servín Miguel, Cabo Machado Juan, y Cabo Escobar Raúl, para investigar el caso, quienes en la búsqueda de datos para poder dar con este animal, surgió la novedad que podría estar en Osvaldo Magnasco, en una zona de quintas abandonadas donde suelen esconder animales robados, puesto que es fácil acceso ya que se encuentran sin alambrado perimetrales, donde caminando por las inmediaciones de un campo, se encuentran con tres animales equinos atados a soga, siendo uno de estos el yeguarizo denunciado, mientras que los dos caballos restantes, uno tordillo canela y otro colorado cabos negros, eran producto de otro hecho de robo reciente que ni su propio dueño aún se había dado por enterado, pero el buen desempeño de estos brigadistas aborto el accionar ilícito de un conocido cuatrero de la zona.-
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