La Policía de Entre
Ríos, a través de la Dirección Prevención de Delitos Rurales, informa a la
comunidad sobre procedimientos efectuados por la Brigada Abigeato QUEBRACHO, en
oportunidad de realizar un control de cortes cárnicos en tránsito dentro de la
ciudad de Santa Elena, oportunidad en que se interceptaron dos camiones
térmicos que a la postre se encontraban en infracción a la Ley de Carne 7292,
siendo dichos medios de transporte de carga detectados por el Cabo Furtado
Guillermo, Cabo López Sergio y Cabo Larroche Andrés. El primero de ellos fue un
Renault Kangoo dominio DLA 872 conducido por Humberto -ddo en Hernandarias- que
transportaba 3 embutidos de paleta cocida, 6 quesos sardo, 6 quesos barra y 2
quesos mozzarella, alimentos que no contaban con el certificado sanitario
exigido reglamentariamente, ni con la habilitación de Senasa para el rodado, ni
los remitos que demuestren su procedencia, labrándose por ende el acta de
infracción para decomisar los productos de referencias para ser desnaturalizados
al no estar aptos para el consumo humano por su dudosa procedencia.-
El segundo utilitario en cuestión fue un camión Mercedes Benz 1418 dominio DOL 167, conducido Fabricio -ddo en Paraná-, al cual se le consulto por la factura de la mercadería que llevaba, siendo 25 kgs de chorizos, 5 kgs de morcillas y 2 kgs de salame, reconociendo al instante que no poseía ninguna documental, demostrando que el cargamento era de origen incierto, más allá de desconocer su calidad alimenticia, lo que obligo a infraccionarlo con su correspondiente decomiso, para luego con la intervención del veterinario, proceder a la desnaturalización de los embutidos.-
El segundo utilitario en cuestión fue un camión Mercedes Benz 1418 dominio DOL 167, conducido Fabricio -ddo en Paraná-, al cual se le consulto por la factura de la mercadería que llevaba, siendo 25 kgs de chorizos, 5 kgs de morcillas y 2 kgs de salame, reconociendo al instante que no poseía ninguna documental, demostrando que el cargamento era de origen incierto, más allá de desconocer su calidad alimenticia, lo que obligo a infraccionarlo con su correspondiente decomiso, para luego con la intervención del veterinario, proceder a la desnaturalización de los embutidos.-
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