Uno de ellos exhibe marcas de lo que sería la aplicación de una picana eléctrica, de lo cual quedó constancia durante el testimonio brindado a la jueza de Garantías Nº 1 Marina Barbagelata. Al otro varón lo golpearon y picanearon en el lugar de detención, pero no en la comisaría, donde sí escuchó los golpes que recibía su primo. La situación de la mujer, por su parte, fue más grave aún, porque a los malos tratos y picana que recibió se sumó que un efectivo la acosó verbalmente, le pedía el número de celular y le dijo que la iba a buscar por Facebook.
Además, las pertenencias que les fueron sustraídas a los tres durante el operativo aún no les fueron devueltas, según le hicieron saber este jueves al funcionario.
"EXTREMA GRAVEDAD"
El subsecretario de Derechos Humanos de Entre Ríos, Julián Froidevaux, mantuvo este jueves un encuentro con dos de las tres personas que denunciaron malos tratos, apremios ilegales y torturas en una comisaría de Villa Urquiza, en un caso que calificó como de “extrema gravedad” y que violenta todas las normas y garantías. El funcionario, quien tomó contacto previamente con las autoridades judiciales intervinientes en la causa, brindó su apoyo a las víctimas y le expresó su preocupación al jefe de la Policía de la provincia, Roberto Massuh.
“Es destacable la celeridad con que se realizaron las actuaciones, gracias a las cuales se pudieron constatar las lesiones que presentaban las víctimas y realizar los allanamientos correspondientes”, remarcó el funcionario, que se puso a disposición de las víctimas para acompañarlas y asesorarlas durante el proceso judicial.
“Como dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto del 25 de mayo, en estos años hemos forjado una nueva identidad democrática. Los Derechos Humanos se han incorporado y forman parte de nuestra identidad. En ese sentido, un hecho tan lamentable como éste genera un profundo contraste. Torturar es volver 200 años atrás”, sintetizó.
“Lamentablemente no se trata de un hecho aislado, aunque éste presenta particularidades como el uso de picana y una prolongada detención que lo hacen doblemente grave”, explicó tras escuchar el testimonio de lo ocurrido el lunes por la noche.
“Al tomar conocimiento de este tipo de casos debemos actuar con contundencia y trabajar para revertir los márgenes de arbitrariedad con que se pueden manejar las fuerzas de seguridad, que es el denominador común en todas las situaciones de estas características”, agregó.
En ese sentido, Froidevaux subrayó: “El legítimo reclamo permanente de mayor seguridad no es antagónico al deber de velar y respetar los derechos y garantías constitucionales de absolutamente toda la ciudadanía. Así como no se puede pensar un crecimiento económico sin inclusión social, de la misma forma no se puede pensar una sociedad segura a costa de la vulneración de los derechos”.
“Durante estos años se ha trabajado para poner límites a las arbitrariedades y los malos tratos en las fuerzas de seguridad, ya que el control político es la única garantía de que no pasen estos hechos. A la Justicia le cabe la responsabilidad de llevar adelante una investigación seria para arribar a una condena justa y ejemplar, mientras que desde el poder político debemos trabajar y legislar para que hechos de estas características no vuelvan a ocurrir”, concluyó Froidevaux, adelantando que este viernes estará también presente en Concepción del Uruguay para intervenir en otro caso de apremios ocurrido en aquella localidad.
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