La pelea de la barra de Boca tiene varios muertos ya. Desde que el Rafa salió en libertad y manifestó sus intenciones de volver, hubo tiroteos en el Bajo Flores y en la ruta 9 (donde recibió un tiro el propio Mauro Martín), le balearon la casa y le quemaron el auto a Fido Debaux y algunos apuñalados por la renta diferencial de la calle que en días de partido se apropian los trapitos cerca de la Bombonera. Hasta que un día los dirigentes de Boca y la policía decidieron otorgarle el poder a la dupla de Mauro y Rafa, desbancando a Debaux. Y como nadie se queda quieto, las distintas facciones de la barra empezaron a hacerse notar para que no los olviden y les cedan una parte del negocio.
En fin, habría montones de detalles para seguir, pero hoy es importante detenerse en un hecho. Hace meses que el kirchnerismo pretende destronar al macrismo de Boca. Hace meses que se lo ve al jefe del sindicato de los encargados de edificio Victor Santamaría codo a codo con Mariano Recalde en las transmisiones de Fútbol para Todos. Hace meses que vemos cómo Roberto Digón, quien fuera dirigente del sindicato del tabaco, se prepara para las elecciones de fin de año. ¿Y cómo se hace política en Boca y en todos los clubes en la Argentina? Disputando también el poder de la barra. Si Angelici arregló con Rafa y con Mauro, el kirchnerismo tiene lo suyo y buscó arraigo entre los barras que habían quedado afuera del negocio.
0 comentarios:
Publicar un comentario