En febrero, Educación llamó a concurso para cubrir el cargo de rector. La convocatoria la hizo el director de Educación Superior, Raúl Piazzentino, que además puso los plazos y las condiciones para los aspirantes.
Hasta ahí todo normal.
Sólo que en medio el propio funcionario decidió inscribirse también como aspirante. Más aún, Piazzentino quedó como primero en la lista de aspirantes a cubrir la rectoría de la Escuela Normal de Villaguay.
Sus antecedentes, y los del resto de los aspirantes, fueron evaluados por el Jurado de Concursos del CGE, un cuerpo colegiado conformado por dos vocales, Gustavo Tomatis, por la representación política, y Maricel Boggia, en representación de los docentes.
Boggia emitió un dictámen crítico hacia la pretensión de Piazzentino de concursar en igualdad de condiciones con el resto de los docentes. Su postura no fue compartida por la presidenta del Jurado de Concursos, Josefina Fernández, que terminó inclinando la balanza hacia su colega del CGE.
Boggia acudió ante la asesoría legal de Educación, con tres observaciones puntuales: la postulación de Piazzentino violentaba la Ley de Concursos, la Ley de Ética Pública y el artículo 37º de la Constitución Provincial.
No reprochó sus antecedentes académicos, sino la decisión de concursar en un concurso que el propio funcionario convocó y diseñó.
Pero ocurrió una situación insólita: desde el área legal del Consejo de Educación dicen que nadie le puede quitar el derecho a concursar al funcionario.
“Pero no era la única objeción. También señalé que se violaba la Ley de Ética Pública y la Constitución Provincial –contó Boggia–. Me dijeron que la Ley de Ética Pública no está reglamentada. Me lo dijeron porque habían averiguado, no tenían ninguna certeza. Así está planteado esto”.
Así y todo, no se expidieron sobre el incumplimiento del artículo 37º de la Constitución.
“Puesto a votación el tema en el Jurado de Concursos, hubo empate: el vocal político apoyó a Piazzentino, y yo me opuse. Dirimió el empate la presidenta del Jurado, que dijo que no se violaba ninguna ley. En una discusión con la presidenta del Jurado de Concursos, me dice que no se lo puede inhibir porque sería una manera de perseguir al docente militante”, contó la dirigente docente.
El asunto se resolvió el miércoles: se emitió el listado de aspirantes al cargo de rector de la Escuela Normal Martiniano Leguizamón, de Villaguay, y el funcionario Piazzentino quedó en primer lugar.
La vocal gremial del Jurado de Concursos emitió un dictamen en disidencia, excluyéndolo, con el argumento de que está en violación a la Ley de Concursos, a la Ley de Ética Pública y a la Constitución Provincial.
Pero el tema parece asunto cerrado.
Sólo podría conmover esa especie de cosa juzgado que alguno de los anotados en la lista de aspirantes recurra la inclusión de Piazzentino, y que concluida la etapa administrativa, decida ir a la Justicia.
Pero eso ingresa en el terreno de las hipótesis.
Lo cierto es que un funcionario, que corrió con caballo de comisario, consiguió armar un concurso a su medida, y quedar en punta para ganarlo.
Casi nada.
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