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lunes, 5 de enero de 2015

Crece el misterio en el caso Lola: Fotos la mostrarían con vida el domingo

     Los peritos encontraron restos de vegetales en las vías respiratorias de la víctima. Ese dato avalaría los dichos de la madrina de Lola y su marido, quienes afirmaron que la chica había almorzado con ellos panaché de verduras.   Esposado, con el rostro inusualmente descubierto al ingresar en los tribunales, Alejandro Rodríguez, el pescador de 35 años detenido anteayer como sospechoso por el homicidio de Lola Luna Chomnalez, expuso de entrada su inocencia ante las cámaras: "No conocí a nadie? Están buscando un chivo expiatorio", dijo. Luego fue indagado por la jueza Marcela López, que cinco horas después desestimó su participación en el hecho y ordenó su liberación. 
Con esta última medida, la causa por el asesinato de la chica de 15 años, descubierto el martes 30 de diciembre pasado, profundiza el desconcierto que rodea al caso, actualmente sin detenidos y sin nuevas líneas investigativas.
Según fuentes de la pesquisa, a Rodríguez lo incriminaron testigos que habían escuchado que el pescador mantenía una relación sentimental con una chica de nombre Luna. Una testigo de origen francés corroboró ayer en el juzgado que, efectivamente, se trataba de una amiga suya, también francesa, con el mismo nombre, aunque en nada vinculada con la chica asesinada.
También ampliaron ayer sus declaraciones los forenses Rubén Castro y Víctor Macciolo, que practicaron la primera autopsia a Lola. Si bien el informe sobre la data de muerte aún no es concluyente, ya que restan ser analizados varios órganos -como ser parte del hígado junto con los fluidos intestinales y estomacales-, los peritos aportaron un nuevo dato: encontraron restos de vegetales en las vías respiratorias de la víctima, lo que indicaría que Lola comió entre dos y cuatro horas antes de su muerte. Si hubiera pasado más tiempo, esos vestigios de alimentos se hubieran digerido, explicaron los forenses.
Ese dato avalaría los dichos de la madrina de Lola, Claudia Fernández, y de su marido, Hernán Tuzinkevich, todavía bajo sospecha para la justicia. Ellos afirmaron que Lola había almorzado con ellos panaché de verduras antes de salir a caminar el domingo a las 14, la última vez que, dijeron, la vieron con vida.
Gustavo Bordes, uno de los abogados de la pareja, aseguró que existen fotografías digitales tomadas con una cámara de la familia que muestran a Lola con vida el domingo; dijo que las fotos serán oportunamente incorporadas al expediente. "Lo haremos con la certificación de día y hora en que fueron tomadas", dijo el letrado. Al ser consultado sobre la demora para presentar esas pruebas, Bordes señaló a La Nación: "Primero queremos que no haya duda sobre la data de muerte. En la ampliación de hoy [por ayer], los forenses la estimaron más cerca de las 48 que de las 72 horas antes del hallazgo del cuerpo".
No obstante, fuentes policiales relativizaron la importancia sobre la data de muerte para deslindar las sospechas sobre la pareja: "Sólo arroja luz respecto al momento en que la chica fue asesinada, pero nada dice sobre el autor o los autores", explicaron.
Los forenses también precisaron que las heridas cortantes en el cuello y antebrazo de la adolescente fueron producidas por un arma blanca "desafilada y sin dientes de serrucho".
La misma fuente agregó que el arma sólo puede haberle servido al agresor o agresores como elemento de disuasión o sometimiento, ya que la víctima murió por sofocación. Lola fue inhumada anteayer en el cementerio de Recoleta. En la crónica de la despedida se dio cuenta de la presencia del empresario Sebastián Eskenazi, de quien se publicó, por error, que era el CEO de YPF, posición que ya no ocupa desde hace dos años.


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