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sábado, 8 de noviembre de 2014

SOLICITADA - LEER CON ATENCIÓN

Señores de Infor-Villaguay
Me dirijo a Ud., debido a que ya no sé a quién recurrir, ante un pedido desesperado que vengo haciendo desde el mes de marzo del corriente, ante las autoridades de la Defensoría de Pobres y Menores, de la ciudad de Villaguay, sin lograr respuestas, respecto de la situación de mi nieta CELESTE (12), de quien he tenido la tenencia provisoria desde poco después de su nacimiento.
Esto fue así hasta el mes de marzo, a poco de comenzar las clases de la niña, donde por disposición del Dr. Carubia, Defensor de Pobres y Menores de nuestra ciudad y a solicitud expresa de la madre natural (o sea, mi hija Alejandra), debía la niña vivir con su madre natural, para darle, según el letrado, «la oportunidad a la madre de serlo».
La cuestión es que a mi hija ALEJANDRA, le retiraron la menor en aquel entonces, por su problema de abuso de las drogas, a pesar de una internación en un centro de rehabilitación de casi un año, sumado a que mi nieta debió con tan sólo un año de vida, presenciar el asesinato de su propio padre, en el año 2004, después de una fiesta de drogas en la ciudad de Paraná, donde corrió serio riesgo de vida.
La situación de mi hija ALEJANDRA, no se ha modificado hasta el día de hoy, de hecho ha empeorado con los años, a pesar de haberse casado y tenido dos hijos más, de 7 y 1 año de edad. Aun así, y SIN NINGU-NA INVESTIGACIÓN O ESTUDIO PREVIO PAIRA VERIFICAR SI EL AMBIENTE ERA EL RECOMENDABLE PARA UNA NIÑA DE 12 AÑOS, esque dispone que esta niña pase a vivir con su madre, el esposo de ésta, y sus dos hermanos, a pesar de que ninguno de los adultos de esa familia cuenta con un trabajo ni estable, ni no estable, bajo la promesa de que serían controlados por el COPNAFy bajo el compromiso de la nueva madre de llevar semanalmente a CELESTE al psicólogo.
No solamente que jamás pudo tener esta familia una visita del personal especializado del COPNAF, ya que de ser así, debieron verificar que en esa vivienda, existe permanentemente la reunión de gente de muy mala reputación, lugar donde se juntan a beber alcohol y drogarse hasta muy altas horas de la madrugada (puede ser esto comprobado por sus vecinos), sino que además, no consta más que de una sola asistencia al psicólogo, en la Sala de Primeros Auxilios del Barrio San Judas para mi nieta.
A pesar de ello, la disposición sigue en pie. Ni hablar del desmejoramiento en lo concerniente a notas escolares y de conducta; del aspecto físico y hasta de higiene que se puede ver en CELESTE, sumado a la adquisición de un vocabulario muy vulgary actitudes que jamás fueron comunes en ella, y a pesar de la opinión firme del psicólogo (al que asiste desde que me he ocupado de ello) de que la niña no debió ser retirada nunca de su hogar.
Todo esto ha sido oportunamente comunicado al
Dr. Carubia, en vano por supuesto. Por otra parte estoy convencida también de que CELESTE está presionada, o trabajada psicológicamente, con la promesa de vivir con sus hermanos y vaya a saber qué otra cosa, para no levantar la voz y decidir no querer esa vida desordenada.
 Siento que se estropearon doce años de educación y dedicación absoluta a una niña a la que amo con todo mi corazón. Siento que nadie me oye ante mi pedido desesperado, el dolor y la impotencia, al intentar rescatar a CELESTE, que está en riesgo, que se encuentra inmersa en un mundo desconocido; con el contacto con gente de ese ambiente, debiendo incluso conocer lo que son allanamientos policiales por sospechas de delitos en relación a lo mismo.
A mi humilde ver, es una niña en peligro, mi niña, pues es más mía que de nadie (a pesar de la ley que inculca que los hijos deben estar con su madre natural) se encuentra en un muy serio riesgo, quisiera que por escrito alguien me indique lo contrario.
He solicitado por todos los medios, inclusive recurriendo a un abogado particular, sin lograr respuestas. No soy escuchada, todo lo dispuesto, solo lo ha sido de palabra o por comunicación telefónica, y la verdad me siento agotada; muy angustiada; y desesperada de que en cualquier momento, ocurra nuevamente, lo peor.
Y para sumar a la situación desde el pasado martes, me es impedido incluso mi derecho a las visitas de fin de semana, y hasta las tardes de los martes, que pasábamos en la sala de espera para su atención psicológica. Este desmejoramiento no sólo fue padecido por mí, que he criado a esta niña como propia, en cada visita de fin de semana, siempre y cuando a la madre se le antojó respetar mi contacto afectivo, sino también advertido por la gente que me rodea y que conoció el antes y el después de mi amada nieta. Puedo citar muchos testigos. Muchos.
No ha sido mi Intención agobiar con mi relato, el cual es muy resumido, por cierto, es éste básicamente mi último recurso, antes de resignarme, y ver como se arruina la vida de una niña que pudo ser más o que pudo ser simplemente más normal, pero no lo será, por la responsabilidad judicial, o digámoslo como suelen explicarme los magistrados profesionales de Defensoría, por culpa del 'librito', que establece que los hijos deben estar a cualquier precio, con sus padres biológicos. No puedo interpretarlo de otra forma.
Necesito urgentemente que alguien me ayude. Espero que un responsable, tome una medida favorecedora, no para mí, ni para su madre biológica, sino para mi amada nieta, CELESTE, y si se quiere, con voluntad, pido también el seguimiento de mis dos otros nietos, que indefectiblemente corren la misma suerte.-
Ramona Beatriz Gauto DNI14357673


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